El viento aullaba con fuerza
un extenso páramo abarcaba mi vista
Ibamos mi soledad y yo
a veces me invadía el desanimo
pero ya sabía que el viaje sería largo, incierto.
Mi sed de búsqueda de conocimiento
de búsqueda del Origen,
me animaba.
El viento se iba acercando
y ya me susurraba al oído
pero todavía no tenía la capacidad
de entenderlo.
Aún me quedaba mucho por aprender;
de las estrellas
de la oscuridad
del silencio
del fuego
de los mares encrespados
de las tormentas.
de las tinieblas.
Mi destino ya estaba escrito.
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