La lluvia cayó
la noche llegó
el amanecer apareció.
Alguien durmió
otros despertaron.
Alguien vio las estrellas salir
otros las vieron esconderse.
Había quienes andaban abrazados
unos paseaban con una botella en la mano
otros vagabundeaban con ojos extraviados,
ausentes del mundo.
Había quien caminaba con miedo,
otros con la navaja siempre dispuesta.
En algún lugar hay perros durmiendo profundamnte
más allá se observan ratas furiosas y hambrientas
Así son las calles.
Así son las calles... Gritando en silencio la situación de mucha gente. Impactante poema. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarSaludos. Pasear por las calles, con tranquilidad y como observador es un ejercicio muy interesante.
ResponderEliminarAbrazo
Muchas gracias Amaia, y perdón por el retraso ya que tenía mal configurados los mensajes y los acabo de leer hoy. Abrazoa
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