Y, cada vez quedan menos recuerdos,
el viento se los fue llevando.
Y, cada vez ves más estrellas,
son tus seres queridos que ya han partido,
son tus amigos que no tuvieron tiempo de
despedirse de ti,
porque siempre estuviste huyendo.
Y, me acuerdo
de que nos dimos un beso en la distancia
porque el viento derribó los puentes.
Y, me acuerdo
de que me perdí en el bosque
porque el viento me atrapó
y me fue guiando a su libre albedrío.
Recuerdo ver, a lo lejos,
las luces de la ciudad y quise acercarme,
pisar sus calles, entrar en los bares,
hablar con la gente,
pero el viento me lo impidió,
me llevó por entre la oscuridad,
atravesando las tinieblas,
descendiendo al vacío.
Y me gustaba, me dejaba guiar,
tenía la mente en blanco,
y solo disfrutaba con el viaje hacia ningún
( o todos), los lugares inimaginables.
Ya no era yo, ya olvidé mi pasado.
Solo me dejé llevar
y ya no quise regresar.
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