El poema siempre se escapa,
cuando empieza el amor,
cuando llega el desamor,
el poema siempre está ahí
acompañándote,
siguiéndote,
durmiendo contigo,
preparándote el café
por las mañanas.
Luego huye
hacia otras mentes
otros cuerpos
otras habitaciones.
El poema siempre se escapa,
en las solitarias noches de invierno
en la fría cama
que no espera a nadie,
en los recuerdos.
Al escuchar "tu" canción,
mientras sientes la lluvia
tras las ventanas,
el poema entonces
siempre regresa,
para
arroparte
besarte
amarte
cuidarte
sentir
tu dolor.
Luego,
espera a
verte sonreír
y se vuelve
a marchar.
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