Ríos que se desbordan,
aguas que buscan nuevos cauces.
Y, nosotros, arrojados al torbellino de las incertidumbres.
Ahora somos como dunas a merced del viento,
los relámpagos nos recuerdan
la brevedad del placer, la fugacidad de la vida.
Solo somos nómadas en este mundo
que no acabamos de comprender,
por lo que seguimos buscando el paraíso.
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