Nos sangraron los pies de tanto caminar sobre brasas,
buscábamos los hoteles mas solitarios,
las calles mas oscuras.
Buscando el camino
de la sabiduría,
olvidarnos de la racionalidad.
Nos convertimos en
ángeles caídos
Dormíamos en los desiertos,
abrigados por las estrellas.
Fuimos en busca del Santo Grial,
para desvelar el
enigma
de la vida.
Iniciamos viaje hacia la isla de Avalon,
en busca de
hadas
magia
y brujería.
Huir del tiempo
de la maldad,
la soberbia,
el egoísmo,
de la materialidad
y la autodestrucción del ser humano.
Ser solo almas errantes.
Son errantes porque no llevaban brújula, estoy seguro.
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