Leyendas

Esperando siempre en las deshoras de las noches, mirando hacia la oscuridad impotente del mar en busca de una luz desenfocada por el vaivén del viento. 
Los nervios y la ansiedad le impedían dormir en el mismo lecho, y, sin tener las suficientes fuerzas para evitarlo, pasaba las noches, siempre en diferentes brazos. 
Tanto vivir, ilusionar las noches en espera, se olvido de como eran los mediodías. 
Esperando siempre, sentada en el alfeizar de la ventana, hasta que una noche de tormenta resbaló, cayendo al vacío y muriéndose en el acto. 
Algunos dicen que fue su marido, que no le vio entrar en la habitación. Otros, que fue su espectro, muerto en un naufragio hace años.

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